La Casa consistorial de la ciudad de Sevilla, en España, constituye una de las muestras más notables de la arquitectura plateresca.

En 1526, a raíz de la boda, celebrada en Sevilla, del emperador Carlos V con su prima Isabel de Portugal, se siente la necesidad de construir un edificio para el Ayuntamiento que fuera representativo del poder y la importancia de la ciudad en la época.

Hasta entonces el Concejo o Cabildo de Sevilla había tenido su sede en unas casas del Corral de los Olmos, lugar que hoy es ocupado por la Plaza de la Virgen de los Reyes, a la espalda de la catedral. Para el nuevo edificio se escoge la Plaza de San Francisco, que era un lugar céntrico y comercial, delante del convento que le daba nombre y enfrente de la Audiencia.

Las obras comienzan bajo la dirección del arquitecto Diego de Riaño, al que hay que considerar autor de las trazas y que dirigió las obras entre 1527 y su fallecimiento en 1534. Se le encargó que labrara una construcción de piedra, duradera y con fachadas a la Plaza Mayor ante el convento de San Francisco. De este modo, este maestro ejecutó el sector meridional del Ayuntamiento, que hace frente actualmente a la plaza de San Francisco, el arquillo de comunicación con el monasterio franciscano y dos plantas recubiertas de relieves platerescos con representaciones de personajes históricos y míticos, heráldicas y emblemas alusivos a los fundadores de la ciudad.

En el siglo XIX, tras el derribo del convento de San Francisco, se emprende una reforma del edificio, ejecutada por Demetrio de los Ríos y Balbino Marrón, quienes trazaron una nueva fachada principal, orientada a la Plaza Nueva, de corte neoclásico. A su vez, reorganizaron el interior alrededor de dos patios y una gran escalera.

La fachada se desarrolla con marcada horizontalidad articulada mediante una composición arquitectónica precisa, distribuida en cinco módulos, con dos plantas, recubiertas de relieves platerescos que se muestra en fustes y dinteles cubiertos con vibrantes tallas escultóricas que tiene como elementos grutescos de acento florentino, escudos heráldicos, emblemas alusivos a la justicia, la armonía y el buen gobierno, representaciones de personajes ligados a la ciudad como Hércules, Julio César que dio el primer Cabildo, y el Emperador Carlos que hizo de Sevilla una de las capitales de su imperio. Esta labor de talla fue llevada a cabo por artistas procedentes de muy diversos lugares entre los que destacan Juan de Begines, Diego Guillén, hernando de la Teja, Pedro de Pamanes, Pedro de Guadalupe y Toribio de Liébana.

El arquillo que en su momento daba paso al convento de San Francisco, y que actualmente comunica con la Plaza Nueva, fue construido bajo la dirección de Juan Sánchez, sucesor entre 1535 y 1540, de las obras de Diego de Riaño.

La fachada principal que da a la Plaza Nueva se culminó en 1867, ejecutada por Demetrio de los Ríos y Balbino Marrón.

En la planta baja se sitúan:

1. Apeadero (acceso al edificio), sala rectangular, paralela a la fachada a la plaza de San Francisco, con elementos híbridos entre el gótico y el renacentista plateresco

2. Antecabildo con la escalera, que se divide en dos tramos diferenciados, uno con bóveda casi plana y otro cubierto por cúpula, ambos ejecutados por Juan Sánchez.

3. Cabildo bajo o Sala Capitular, con una magnífica bóveda, con casetones en los que se encuentran esculpildas imágenes de reyes. La sala se encuentra cubierta rodeada por una doble fila de bancos, los muros presentan un friso con medallones y grutescos.

4. Sala del Juzgado, junto al Arquillo y sin comunicación con las anteriores.

El techo de la Sala Capitular Baja del Ayuntamiento muestra a los monarcas de los reinos hispánicos hasta Carlos V.

La escalera desemboca en el vestíbulo de la planta alta, en la que se encuentran:

1. Biblioteca, desde la que se accede a la Sala Capitular alta.

2. Sala capitular alta, cubierta de alfarje de madera acasetonado. Actualmente se exponen en este recinto algunas de las pinturas municipales más importantes, como son la Inmaculada y el retrato de Fray Pedro de Oña, de Zurbarán, la procesión de santa Clara y la derrota de los sarracenos de Valdés Leal.

3. Salón Colón, también denominado salón de los Borbones, en el que se encuentran una serie de retratos reales. En él se celebran los plenos municipales desde 2008.

4. Comedor de Gala, con una galería de retratos de personajes relacionados con la ciudad.

5. Sala del Archivo.

 

El Ayuntamiento de Sevilla es una de las cuatro administraciones públicas con responsabilidad política en la ciudad de Sevilla, junto a la Administración General del Estado de España, la Junta de Andalucía, y la Diputación de Sevilla.

El edificio histórico que ocupa el Ayuntamiento constituye una de las muestras más notables de la arquitectura plateresca.

Se encuentra ubicado en la Plaza Nueva. Se comenzó a edificar en el siglo XV por Diego de Riaño, el maestro ejecutó el sector meridional del Ayuntamiento, el arquillo de comunicación con el monasterio franciscano y dos plantas recubiertas de relieves platerescos con representaciones de personajes históricos y míticos, heráldicas y emblemas alusivos a los fundadores de la ciudad, como Hércules y Julio César.

Esta sede fue reformada en el s. XIX por Demetrio de los Ríos y Balbino Marrón, quienes trazaron una nueva fachada principal, orientada a la Plaza Nueva, de corte neoclásico.

En el proyecto de ampliación, moldearon y dirigieron los trabajos de talla los siguientes escultores, por orden fueron: Pedro Domínguez López (1898-1914), José Ordóñez Rodríguez (1914-1929)y, Manuel Echegoyán (1955-1974). A su vez, reorganizaron el interior alrededor de dos patios y una gran escalera.